martes, 27 de septiembre de 2011

Puedo afirmar que a veces estoy orgullosa de ser tan asquerosamente pastelosa porque me dan motivos.
No me arrepiento de serlo cuando a MÍ me da la gana.
En fin... últimamente una decepción tras otra. ¿Qué es la vida sino?
Es cierto que es peor la decepción que el enfado, porque ésta te jode más por dentro.
Con el enfado es más facil, explotas, te desahogas y ya.
Limitémonos a observar...